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¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?


Siempre he pensado que el concepto de humanidad, para los seres humanos puede llegar a ser un misterio de manera muy cotidiana.

A lo largo de la historia, el protagonista Rick Deckard cuestiona, la caracterización del “humano”, pues aún cuando es un género que recurre en gran medida a la fantasía, el “Cyberpunk” nos ayuda a que estas cuestiones tengan un verdadero sentido, especialmente en el mundo actual, donde lo cibernético puede quedar más a la vista como algo cotidiano.

En el mundo donde la novela toma lugar, los robots son parte de la vida cotidiana, androides y animales cibernéticos conviven y ayudan a los seres humanos a realizar sus labores diarias. Dichos robots son descritos con un aspecto muy apegado a la naturaleza de lo que pretenden ser, razón por la que muchas veces suelen ser confundidos con sus contrapartes naturales; sin embargo, a pesar de que los a los androides tienen un aspecto y comportamiento humano no logran desarrollar lo que se define como humanidad, un elemento ético al que los humanos damos mucha importancia moral, la empatía. Rick Deckard, se enfrenta a una serie de cuestionamientos acerca de lo que es ser humano. A lo largo de la historia es notorio el estrés al que nuestro protagonista se ve sometido y cómo éste cambia debido a que como es muy propio del género, la linea que delimita con claridad lo que es humano y lo que no lo es se difumina y genera una serie de reflexiones, que aunque siempre son las mismas en el Cyberpunk, simpre es interesante ver cómo son adoptadas por cada una de las ideologías que individualmente cada escritor desarrolla, para cuestionar lo mismo, aunado a una serie de problemáticas muy propias de la naturaleza humana, y aunque la historia desemboca en muchas más, el enfoque principal, nos devuelve a la realidad denotando la naturalidad de los acontecimientos desarrollando un vacío en mí como lector.


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