En las últimas décadas, miles de desarrolladores e investigadores
han dedicado sus vidas a mejorar la forma en la que vivimos, así
como la manera en la que realizamos ; sin embargo, seguir el mismo
camino hasta su última consecuencia implica un límite, pues
normalmente los materiales que usamos, los teoremas que aplicamos,
funcionan bajo un conjunto de circunstancias limitadas.
No es una tarea
sencilla buscar otra manera, en gran medida desarrollar algo "mejor",
suele ir de la mano con un cambio de paradigma (nada sencillo). En la
entrada pasada habábamos de FairChild, una compañía que encontró
una mejor manera de desarrollar electrónica, y concluímos en cómo
la hoy llamada Intel, ha encontrado algunos inconvenientes en reducir
su proceso de fabricación pues a pesar de que durante las últimas
décadas ha controlado el mercado del silicio, se han dado cuenta que
éstamos llegando a los límites que habían previsto, aún cuando su
competencia ha logrado llegar al proceso de fabricación de los 7
nanómetros, pronto nadie será capaz de reducirlo más.
Sin embargo esto no
tiene qué cambiar la manera en la que hacemos cómputo, ¿o si?,
nuestro paradigma sigue corriendo bajo las mismas leyes, pues aún
cuando Intel está teniendo problemas en alcanzar a su competencia en
la miniaturización, AMD, ARM, Apple y Samsung también optaron por
“tirar más núcleos al problema” (Linus Sebastian, Youtube,
2019), que es lo que Intel ha estado haciendo en la última Séptima
y Octava generación de procesadores.
Y hoy en día
podemos legítimamente decir que nuestro paradigma no ha cambiado
gracias a que el concepto de multiprocesamiento, ha sido adaptado de
tal manera que no rompe el paradigma tal y como es, sino que aumenta
cambia la arquitectura.
En lugar de aprovechar la potencia de cálculo de un procesador con una frecuencia de reloj generosa, en realidad es mucho mejor aprovechar la capacidad muchos procesadores cada vez más eficientes. Hemos crecido en una industria y tecnología que lo hace relativamente sencillo en el silicio, pero sumamente complejo en la parte conceptual, el software.
La problemática recae en que no es tan simple como nos gustaría. Si nuestro paradigma ha durado lo suficiente como para durar con ligeros cambios a lo largo de su vida, tal vez la ventaja de la arquitectura de la que hablé antes, podría costarnos la verdarea evolución hacia un cómputo completamente paralelo.
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